¿Lista para la llegada del bebé? La vuelta a casa, después de pasar dos o tres días en el hospital, arropada por las enfermeras y matronas, es un momento muy especial, pero también una gran prueba de fuego y el momento en que aparecen todas las dudas.
Cuando ves a tu bebé tan pequeño, quieres todo lo mejor para él, y a pesar de todo lo que has leído, te han contado y has visto, te sientes asustada e insegura. Pues tranquila, no te preocupes, el instinto maternal hará la mayor parte del trabajo, y para el resto ahí van unos consejos que te ayudaran a perder el miedo.
La higiene del bebé es importante para su comodidad, frescura, diversión y sobre todo para su salud. El momento del baño y el masaje debe ser un momento relajante, en el que el bebé se sienta cómodo y se divierta. Un momento que nos permitirá estrechar el vínculo con nuestro hijo.
La higiene del bebé debe incluir también la limpieza de los objetos que el niño utiliza. Al principio es recomendable esterilizar chupetes y biberones… Pero a la larga será suficiente con limpiarlos con un producto adecuado y secarlos con un trapo, para que la humedad no los estropee. Actualmente existen productos que mantienen los biberones y tetinas libres de microbios y si nos dejamos algún resto sin aclarar no perjudica al bebé. De la misma forma, existen detergentes adecuados para su ropita y sus peluches.
La higiene es importante, pero, ¡no te vuelvas loca! No hay que lavarlo todo diariamente ya que es necesario que el peque esté en contacto con ciertas bacterias para reforzar su sistema inmunitario.
El baño
No es recomendable sumergir en agua al bebé hasta pasadas 48h de la caída del cordón umbilical y eso puede ocurrir a los pocos días de nacer o al cabo de varias semanas. Mientras, puedes lavarlo con una esponja natural mojada con agua tibia o con leches limpiadoras que no necesitan aclarado. Siempre evitando la zona del cordón.
Una vez puedas bañar al pequeño, recuerda preparar todo lo necesario para tenerlo a mano:
- Termómetro para el agua.
- Esponja natural
- Gel de baño sin jabón
- Champú especial para bebés
- Crema para el culito
- Leche hidratante
La temperatura ideal del agua es de 37ºC para evitar que el niño coja frio durante el baño. Comprueba la temperatura del agua siempre antes de sumergir al bebé. Limpia su cuerpo con un gel de baño syndet que mantenga la barrera natural de su piel. Y su pelo, con un champú para recién nacido. Si en su cabecita aparece la costra láctea, escoge un champú adecuado que te ayude a eliminarla como el champú de Mustela Recién Nacido.
Los primeros meses el baño no debe ser muy largo, más adelante, cuando el bebé pueda sentarse y jugar un rato, ya lo alargaréis. Al acabar, sécalo suavemente dando toques evitando frotar para no irritar su piel y seca bien todos sus pliegues para evitar infecciones.
Después del baño, lo mejor es hidratar la piel para evitar que esta se descame, ya que la piel del bebé es muy fina y delicada. Aprovecha el momento de la hidratación para realizar masajes al niño, le ayudarán a comer y dormir más tranquilo. Este es un buen momento para realizar el masaje anticólico para que el bebé no tenga gases.
Cambio del pañal
La zona del pañal requiere un cuidado especial. Para evitar que la humedad ocasione irritaciones que puedan complicarse hay que cambiar al bebé frecuentemente, limpiar bien su culito con toallitas húmedas, hidratantes y calmantes, y aplicar una buena cremita de efecto barrera, para que la humedad no altere su piel.
La nariz
Si el bebé tiene moquitos lo mejor es hacerle lavados con suero fisiológico. Para hacerlo, coloca al peque boca abajo y con la cabeza hacia un lado, introduce el suero poco a poco por una fosa nasal con una jeringuilla sin aguja y repite la operación para la otra fosa nasal. También puedes ayudarte con un aspirador nasal.
Los ojos
Utiliza una compresa humedecida con suero fisiológico desde el exterior hacia el lagrimal, para mantener las pestañas y alrededor del ojo bien limpio.
Las orejas
¡Olvídate de los bastoncillos! Pueden causarle heridas e infecciones. Basta con limpiar y secar las orejas por la parte exterior. La cera es una protección natural y no debemos eliminarla.
Las uñas
Se deben cortar sólo cuando estén largas, utilizando tijeras especiales para bebés o limas de vidrio. Evita cortarlas muy rectas para no dañar la piel de los dedos.
¿Te sientes más segura ahora para ponerte manos a la obra? ¿Tienes más dudas? ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!