Responde las siguientes preguntas:

  • Su hijo/a tiene menos de 2 años?
  • ¿Tiene la piel seca y presenta algunas rojeces en cara, cuerpo y/o extremidades (sobre todo en zonas de pliego)?
  • ¿Se rasca a menudo las rojeces y está irritable incluso por las noches?
  • ¿Hay épocas en que el estado de su piel mejora?
  • ¿Los padres tienen piel seca con eccemas, asma o rinoconjuntivitis alérgica?

Si has contestado “sí” en al menos 3 de las preguntas anteriores, con toda probabilidad tu hijo/a puede estar manifestando una DERMATITIS ATÓPICA.

¿Qué es la DERMATITIS ATÓPICA?

La dermatitis atópica es una de las dolencias inflamatorias de la piel más frecuentes que suelen iniciarse en la infancia. No es contagiosa.

Se caracteriza por: piel muy seca, enrojecimiento de zonas características y picor intenso. El rascado de las zonas afectadas empeora el estado de la piel e incluso puede hacer que se compliquen.

Es una dolencia crónica en la que hay alternancias entre épocas de mejoría y otras donde los brotes son más frecuentes.

¿Qué hay que evitar o reducir?

  • Cambios bruscos de temperatura. Abrigarlos en exceso.
  • El contacto con productos irritantes: ropa de lana o de fibras sintéticas, perfumes o productos que contienen alcohol en su composición.
  • La exposición a factores alérgenos de contacto (níquel u otros metales), ambientales (ácaros, hongos, pelo de animales, humo de tabaco…), alimentarios (huevo, leche de vaca, frutos secos…).

Recomendaciones

  • Higiene: baños cortos con agua tibia y jabón syndet, sin perfumes ni conservantes. Y secar la piel a toques, sin frotar.
  • Hidratación: cuando todavía esté un poco mojado aplicarle una crema emoliente (intensiva en el caso del brote).
  • Utilizar ropa de algodón. Lavado con jabones delicados, y muy muy enjuagada. No utilizar lejía.
  • Mantener las uñas del niño muy limpias y cortas para evitar lesiones si se rasca.
  • Airear la casa diariamente.
  • Un complemento alimentario rico en omega3 lo ayudará a mantener su piel en mejores condiciones.